Una marcha en Río Turbio exige respuestas por la muerte de Bárbara Belén Arce, joven madre que, según su familia, fue instigada al suicidio en un contexto de violencia de género. Acusan a la Justicia de desprotegerla y favorecer a su agresor.

La trágica muerte de Bárbara Belén Arce, una joven madre de 27 años, ha sacudido a la comunidad de la Cuenca Carbonífera. La familia denuncia que Belén, madre de tres hijos, fue víctima de años de abusos y hostigamiento por parte de su ex pareja, identificado con las iniciales P.N., lo que la llevó a quitarse la vida el pasado 19 de diciembre.

El caso ha desatado una ola de indignación contra el sistema judicial, señalado por no haber brindado protección a la víctima, a pesar de sus múltiples denuncias. Este jueves, desde las 10:00 horas, se llevó a cabo una nueva marcha en la Plaza del Reloj en Río Turbio, bajo el lema: «Seamos la voz de Belén».
María Arce, hermana de la joven, relató en redes sociales los años de sufrimiento que Belén soportó desde su adolescencia. “Tenía 15 años cuando este hombre la embarazó y comenzó su pesadilla: encierros, golpes y maltratos psicológicos”, denunció. Aunque logró separarse de su agresor, el hostigamiento no cesó.
Belén acudió en repetidas ocasiones a la policía para pedir ayuda y presentar denuncias, pero según su familia, nunca recibió la protección necesaria. La situación se agravó cuando el Juzgado de Familia, a cargo de la jueza Betina Bustos, le retiró la tenencia de sus hijos, otorgándosela a su agresor. Además, perdió su hogar, dejándola en una situación de extrema vulnerabilidad.

Carlos Arce, padre de Belén, expresó su indignación en declaraciones a un medio radial. “Ellos me mataron a mi hija en vida. Ella hizo todo lo posible por recuperar a sus hijos, pero el sistema siempre favoreció al agresor. Ese régimen de revinculación que le impusieron nunca se cumplió, y mi hija se quedó sin nada”, lamentó entre lágrimas.
La familia exige que el caso sea investigado con perspectiva de género y que se implementen medidas contundentes para prevenir nuevos casos de violencia.
La marcha de este jueves fue un espacio para canalizar el dolor y la indignación de la comunidad. Familiares, amigos y vecinos se unieron en el pedido de justicia, exigiendo un sistema que proteja a las víctimas y que responda con firmeza ante la violencia de género.
El caso de Belén pone en evidencia las graves fallas estructurales en el abordaje de situaciones de violencia y la urgencia de políticas públicas efectivas para proteger a quienes sufren este flagelo.
Mientras la investigación avanza, Río Turbio se prepara para alzar su voz en memoria de Belén Arce y en defensa de todas las víctimas de violencia.